Aunque todas las técnicas de teñido están marcadas por un fuerte componente social quizás sea el Shibori una de las disciplinas donde más se disfruta compartiendo. A lo mejor tiene algo que ver el factor sorpresa propio de esta técnica, en la que no sabes cómo va a quedar hasta que se revela el diseño, momento al que se le saca mucho más partido si se disfruta de la emoción en buenas compañías. O quizás es que el carácter laborioso y repetitivo de ciertos bloqueos te invita a conversar mientras tanto, como ocurre con las tertulias de tejido o encaje de bolillos. Sea como sea es un Arte muy social.