Como cualquier otra disciplina tintórea, Shibori requiere práctica para perfeccionar los bloqueos y conseguir que actúen tal y como nosotros queramos. No obstante, por mucho que nos esforcemos, cualquier diseño va a estar marcado por una serie de imperfecciones que no deben ser entendidas como defectos, sino más bien como un sello distintivo de la originalidad y autenticidad de este tipo de textiles artesanales. De hecho, tal debe ser el encanto de los diseños de Shibori que, con imperfecciones incluidas, ya pueden verse en los escaparates imitaciones industriales de este característico estilo oriental.